Viernes, 26 de septiembre de
2003.
Entre las conclusiones del curso organizado por el Sindicato Central de
Barrios de Luna, destacan las relacionadas con la producción. La
primera de ellas se refiere a la existencia de «cierto recelo hacia la
integración de la mejora genética de variedades» -es decir, los
transgénicos- «a pesar de que su seguridad ha sido demostrada antes,
durante y después de su introducción comercial».
«Sus impulsores pretenden que exista una información adecuada por
parte de las autoridades, empresas, agricultores y educadores para que
nuestra agricultura sea más eficiente y sostenible y se puedan ofrecer
mayores alternativas a los consumidores», apunta el resumen de las
jornadas.
Por otra parte, se apuesta «por la producción integrada en la
agricultura, porque permite asegurar la demanda de los consumidores cada
vez más exigentes en cuanto a la calidad y seguridad».
Respecto a la producción de piensos, «debe ir dirigida a lo que
demanda el cliente, lo que se debe traducir en una transparencia
completa en la fabricación y los ingredientes usados».
Por último, y como apunte de futuro, las conclusiones reconocen la
importancia de los cultivos de cereal para su transformación en
biocombustible, como «una alternativa a tener en cuenta».