Lluvias torrenciales e inundaciones en Europa.

( agricultura - Contaminación )

Publicado por El País - ALICIA RIVERA | MADRID

Inundación en Hamburgo (Alemania) en 1999.


Los modelos climáticos, al sondear los efectos futuros del calentamiento global del planeta inducido por la actividad humana, indican que aumentará la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales, inundaciones, huracanes y fuertes sequías. Sin embargo, para los científicos resulta muy difícil precisar más este efecto en sus proyecciones, pese a que, como recuerda la revista Nature, los fenómenos extremos tienen potencialmente un impacto mucho mayor en la sociedad que los cambios en la climatología media, como las temperaturas medias estivales a lo largo de varias décadas.


Ahora, dos grupos de investigación de instituciones de enorme prestigio en este área de investigación, el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (en el Reino Unido) y la Agencia Nacional de Oceanografía y Atmósfera (NOAA), de EE UU, presentan dos trabajos en Nature (31 de enero) que estiman los riesgos de precipitaciones extremas e inundaciones en una situación de cambio climático. Los estudios indican un crecimiento de cinco veces el riesgo de lluvias torrenciales en el centro y norte de Europa, así como en la región asiática de los monzones, en concreto en el golfo de Bengala, en los próximos 100 años.
Además, estos trabajos muestran que la frecuencia de las grandes inundaciones en las grandes cuencas fluviales de Eurasia y América ha aumentado significativamente ya en el siglo XX y que la tendencia al aumento se mantiene, siendo muy poco probable que estos cambios se deban a la variabilidad natural del clima.


Las concentraciones crecientes de dióxido de carbono en la atmósfera producirán casi con certeza cambios en el clima global medio. Pero debido a que, por definición, los acontecimientos extremos son poco corrientes, es significativamente difícil cuantificar el riesgo, explican T. N. Palmer y J. Räisänen, del centro europeo. En Inglaterra y Gales el otoño y el invierno de 2000-2001 fueron los más húmedo desde que se tienen registros, y con grandes inundaciones, recuerdan los investigadores.


Por su parte, los científicos de la NOAA advierten de que se espera que los efectos de los cambios antropogénicos en la composición de la atmósfera causen cambios del clima, en particular una intensificación del ciclo global del agua.
Reiner Schnur, experto del Instituto Max Planck de Meteorología (Alemania), recuerda, al comentar los trabajos de estos dos grupos, que es aconsejable tener en cuenta sus resultados a la hora de tomar decisiones políticas ante los impactos del cambio climático.
Palmer logra afinar la proyección del clima hacia el futuro, para estos fenómenos extremos, aplicando técnicas probabilísticas -utilizadas normalmente en predicciones meteorológicas a corto y medio plazo- a las proyecciones obtenidas con 19 diferentes modelos climáticos globales, que incluyen las interacciones entre los océanos y la atmósfera. Para los análisis ellos cuentan con un aumento del 1% anual en las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera debido a la actividad humana.


Schnur comenta: Estudios como estos apoyan decididamente la necesidad de mejorar los recursos de computación en la investigación del clima. Hacen falta conjuntos estadísticos mucho mayores para hacer estimaciones más fiables de los acontecimientos extremos, particularmente para acontecimientos muy poco corrientes que tienen un gran potencial de impacto desastroso en la economía de un país y en sus habitantes.
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Sección del artículo: agricultura - Contaminación

Fecha de inserción: 24-11-2009 a las 23:39:01