Los cultivos tradicionales y sus abonos inteligentes.

( agricultura - abonos )

Los cereales son las plantas más cultivadas en todo el mundo y cada vez son más complejos los abonos para su desarrollo.

Los cereales son las plantas más cultivadas en todo el mundo gracias a que sus semillas constituyen una base de alimentos aportando nutrición a nivel global.

La palabra cereales viene del latín Ceres diosa de la agricultura. Durante miles de años la domesticación de este fruto aporto el crecimiento de las grandes civilizaciones a lo largo de los siglos.

A los cereales se les asocia a lo largo de la historia zonas geográficas, como por ejemplo, el arroz en Asia, el trigo en Europa o el maíz en América.

Los cereales se introducen en la dieta hace unos 10.000 años durante la revolución neolítica cuando se dio el desarrollo de la agricultura.

En la Revolución Verde se produjo en la segunda mitad del siglo 20 y conseguiría definir los cereales modernos basados en el rendimiento.

Dichos cereales fueron el trigo y el maíz. Con esta revolución se superaron los 700 millones de toneladas por año pero también tuvo una repercusión sobre la genética del trigo. El trigo que conocemos hoy día es una especie híbrida la cual contiene mayor cantidad de gluten entre el 80 y el 90% de las proteínas.

Durante primeras guerras mundiales los esfuerzos se centraron en aumentar la productividad agrícola y así satisfacer la creciente demanda de alimentos de la población.

La estructura de las semillas cuenta con diferentes partes:

El germen o embrión: Está en el centro de la semilla, y a raíz de él se desarrolla la nueva planta
Endospermo: Harinosa que envuelve el embrión proporcionando nutrientes necesarios para el desarrollo de la misma.
Cáscara Opel Carpio: Es la capa más exterior y tiene cierta dureza, pues protege a la semilla y está formada básicamente por fibras vegetales.

En las últimas décadas se han ido mejorando la calidad de la semilla y también las técnicas de cultivo, así como la utilización de grandes y mejores máquinas de todo tipo: Sembradoras, cosechadoras, remolques, arados, tractores multiusos y tampoco nos olvidemos de la tecnología, de los medios de almacenaje y porque no decirlo de los dispensadores de abonos y las mejoras en la producción de abonos de alta calidad. Los avances incorporados en los tractores y cosechadoras como el gps, permite controlar las tierras con una mayor exactitud, aumentando así el rendimiento y por lo tanto la producción.

Para todo agricultor la preparación del suelo es fundamental para poder obtener el máximo beneficio de la cosecha

El suelo debe ser muy bien preparado tanto para huertos como en la agricultura tradicional.

Pongamos el caso qué queremos sembrar cómo avena, trigo o centeno, ambos muy similares en el proceso.

A la hora de sembrar se suele colocar muy poca tierra sobre las semillas como una o dos veces su tamaño.
Aunque se echa poca tierra es importante que la semilla quede cubierta con un poco para que su germinación sea rápida y no quede a expensas de las condiciones climáticas o depredadores.

Para plantar una tierra:

1. limpiar el terreno

2. Pasar un arado para así poder nivelar la tierra hasta una profundidad de 15 cm. Una parte importante del proceso es la fertilización del suelo puede aportar los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de la planta.

3.Formar surcos en la tierra separados a una distancia de entre 15 y 20 cm y por cubrir las semillas para evitar exponer a la semilla a riesgos para su desarollo.

Tenemos que tener en cuenta a las condiciones de crecimiento de cada semilla por ejemplo, el trigo requiere que los suelos dispongan de buen drenaje y el pH este entre los 5,5 y 7, no soportando terrenos arenosos o turbosos con acidez elevada.

La germinación óptima para esta planta es de 20 a 25 grados y necesita un aporte de 450 a 550 L de agua para obtener un kilo de materia seca

Las horas que requiere el trigo para poder ser cosechado están en 600 horas.

Para poder germinar el trigo no se puede mantener más de 4 ó 10 años, ya que a medida que transcurre el tiempo disminuye la capacidad de germinación.

Para el trigo de invierno, se planta en otoño ya que exige un periodo de temperaturas, y si las siembras en primavera no se , sin embargo el trigo de verano se siembra en primavera o en otoño sobre todo en zonas mediterráneas con vientos suaves.

En España el trigo es el segundo cultivo con más representación a nivel nacional por detrás de la cebada y principalmente se desarrolla en Castilla y León con un 40% de la producción, seguido de Castilla-La Mancha con un 22 % y por último Aragón y Extremadura.

Normalmente y para la siembra es necesario de 100 a 150 semillas por metro cuadrado, pero si retrasamos la siembra por cualquier circunstancia hay que usar unas 200 a 250 semillas. Si hablamos de kilos habría que superar los 70 kg por hectárea.

Para obtener un buen resultado de cosecha hay que tener una serie de datos durante el desarrollo de la planta:

1. El número de plantas: Depende directamente de la germinación de la semilla y del asentamiento del terreno, junto con el correcto manejo de los abonos.

2. El número de espigas: Los tallos tienen que desarrollarse correctamente y su factor influyente es el agua , el control de plaga y enfermedades.

3. Granos: Aquí influyen varios factores como la falta de agua heladas o la escasez de nutrientes por una mala abonación.

4. PMG: Para un buen relleno del grano tiene que tener suficiente agua, nutrientes teniendo en cuenta control de plaga y enfermedades.

Como hemos hablado en estas condiciones, uno de los aspectos más influyentes es el Fertilizante a demanda
pues este nos puede aportar suficiente nitrógeno fósforo potasio dependiendo de la necesidad del suelo.

El hidrógeno es un factor para el desarrollo y crecimiento lo que nos va a dar un mayor contenido de proteína en el grano. El suelo no es capaz de retenerlo y se debe aplicar fraccionadamente a lo largo de cada etapa

El fósforo estimula el desarrollo de la raíz favoreciendo la floración, el cuajado y la maduración del grano. Es retenido por el suelo por lo que requiere una aportación única.

El potasio es el que nos da la calidad para mejorar la resistencia de las plantas a sequías, heladas, enfermedades y favorece actividades fotosintéticas, permitiendo el aumento y peso del grano. Solo se aplicará una vez.

Estos factores que parecen tan complicados de controlar, hoy en día y gracias a los avances tecnológicos, nos permiten obtener el máximo rendimiento con abonos inteligentes y

fertilizantes que actúan según la demanda nutricional de la planta , si , han escuchado bien , abonos que saben leer las señales químicas de las plantas aportando los nutrientes equitativamente . Os comentamos un abono único con un triple complejo:

1. Complejo D-CODER: Interpreta las señales químicas emitidas por la planta cuando tiene una necesidad nutricional, decodificándolas y liberando los nutrientes.

2. Complejo PES: Potenciador Estimulante de Señales. Amplifica la liberación de las señales emitidas por la planta cuando tienen una necesidad nutricional.

3. Complejo FMR: Factor Multiplicador de la actividad Rizosférica. Multiplica la actividad rizosférica, complejando y movilizando nutrientes retrogradados.


Como veis la tecnología avanza rápido y nos resuelven gran parte de los problemas típicos que podemos encontrarnos en los campos actuales.
Enlaces y fuentes.
Fuente 1: Visitar enlace web
Fuente 2: Sin enlace.
Fuente 3: Sin enlace.
Enviar artículo a un amigo Click
Datos del artículo
Sección del artículo: agricultura - abonos

Fecha de inserción: 05-08-2020 a las 20:14:25