Archivos mensuales: septiembre 2020

La política fitosanitaria provoca este año un desperdicio de alimentos.

Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos

AVA-ASAJA advierte de que la política fitosanitaria provoca este año un desperdicio alimentario récord en el campo valenciano de 450.000 toneladas

Valencia, 28 de septiembre de 2020. Con motivo de la declaración por parte de las Naciones Unidas del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos mañana, 29 de septiembre, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) advierte de que el desperdicio alimentario no es solo un problema en la fase de la distribución y el consumo, sino que ya se produce y crece de manera alarmante a pie de campo.

Tanto es así que, debido a la falta de soluciones autorizadas para hacer frente a las plagas y enfermedades agrarias que impone la política fitosanitaria europea, la agricultura valenciana alcanzará este año un desperdicio alimentario récord de 450.000 toneladas, que se traduce en unas pérdidas de 156,6 millones para los productores, según un estudio técnico elaborado por AVA-ASAJA.

Los cultivos más afectados son los cítricos, especialmente las naranjas y mandarinas, que superarán las 357.800 toneladas perdidas en los huertos de la  Comunitat Valenciana, lo que arroja unas pérdidas de 120 millones de euros entre los perjuicios directos sobre la fruta y los costes de los tratamientos realizados. La principal causa que explica este desperdicio es la supresión esta campaña del Metil Clorpirifos, la única materia activa que venía demostrando eficacia contra el Cotonet de Sudáfrica (Delottococcus aberiae), sin poner a disposición alternativas de control viables y con la lucha biológica aún en una fase experimental. Otras plagas como el Trips de la Orquídea también se están expandiendo sin control.

El caqui es otra fruta de temporada que sufrirá devastadoras mermas de producción, llegando en algunas explotaciones a perder toda la cosecha. De acuerdo con el estudio de AVA-ASAJA, el desperdicio en este caso asciende a 85.000 toneladas y a unas pérdidas de 25 millones para los productores. La prohibición del Metil Clorpirifos está de nuevo detrás de los ataques sin precedentes de los cotonets y las moscas blancas, frente a los cuales los agricultores no han podido hacer nada pese a triplicar el número de aplicaciones fitosanitarias. Además, la aparición de resistencias a los productos autorizados ha permitido resurgir tras varios años la incidencia de la mancha foliar (Mycosphaerella nawae) en el tramo final de la maduración del fruto.

Otras producciones valencianas que padecen un preocupante desperdicio son la almendra, con 6.000 toneladas afectadas y 10 millones de pérdidas debido a la expansión de la avispilla del almendro a 40.000 hectáreas de once comarcas valencianas, y el arroz que pierde 6.000 toneladas en la actual siega, lo que supone 1,6 millones de impacto económico, debido a la afección de la enfermedad fúngica Pyricularia oryzae y de las malas hierbas.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, remarca que “la política fitosanitaria europea, con la complicidad vergonzosa del Gobierno español, está equivocada y nos aleja de los objetivos contra el cambio climático. La eliminación de las materias activas fitosanitarias empujada por postulados ideológicos y sin criterios científicos aumenta el número de tratamientos en el campo para combatir las plagas y enfermedades, con la degradación ambiental que ello implica; dispara el desperdicio alimentario a lo largo del ciclo del cultivo, sin reducir el consumo de recursos como abonos, fertilizantes, agua o energía; agrava la crisis de rentabilidad y eleva el abandono de campos. Justo lo contrario de lo que Europa debería lograr para preservar un territorio cuidado, productivo y sostenible”.

Además, Aguado recuerda la “contradicción suicida de que esas mismas administraciones comunitarias abren sus puertas a productos agrarios de terceros países que compiten de manera desleal porque utilizan sustancias activas que han sido prohibidas a los agricultores europeos. Sin duda, las políticas agrarias de la Unión Europea requieren un cambio de rumbo y lo requieren ya”.

CultivoDesperdicio (en toneladas)Pérdidas (en euros)
Cítricos357.800120 millones
Caqui85.00025 millones
Almendra1.20010 millones
Arroz6.0001,6 millones
Total450.000 toneladas156,6 millones

Fuente: AVA-ASAJA

La detección de la PPA en jabalíes de Alemania enciende las alarmas

AVA-ASAJA reclama extremar la bioseguridad, impulsar las ventas internacionales y reducir la superpoblación de jabalíes porque son propagadores de esta enfermedad

La detección de la PPA en jabalíes de Alemania enciende las alarmas del sector porcino valenciano

Valencia, 24 de septiembre de 2020. La detección de los primeros casos de Peste Porcina Africana (PPA) en jabalíes hallados en Alemania ha encendido todas las alarmas del sector porcino valenciano. Según advierte la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la peor enfermedad de la porcicultura mundial está cada vez más próxima y su llegada a la cabaña española y valenciana supondría un desastre sanitario y comercial que pondría en peligro la continuidad misma de este sector fundamental para la economía de las áreas rurales.

En efecto, esta nueva información confirma el avance de la PPA desde 2018 en China y la Unión Europea (Rumanía, Polonia, Bélgica y ahora Alemania, el primer país productor de la eurozona) donde se han sacrificado miles de cerdos y se ha vetado la comercialización a los mercados exteriores.

“Los ganaderos tienen sobrados motivos para estar preocupados, incluso asustados”, explica el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado: “Hemos visto cómo 24 horas después del primer positivo el precio de la carne alemana se hundió un 13% y 48 horas después le cerraron las puertas de China, Japón o Singapur, mercados que absorbían más de 100.000 cerdos. Ante esta situación, el sector teme que Alemania trate de desviar más producción a los mercados europeos”.

Medidas de apoyo

AVA-ASAJA reclama medidas de apoyo a las administraciones, tanto al Gobierno español como a la Generalitat, dirigidas fundamentalmente a extremar los protocolos de bioseguridad y vigilancia a fin de mantener a España como país libre de PPA; impulsar las ventas internacionales, que ya representan más de la mitad de la producción nacional, mediante la absoluta garantía del buen estado sanitario de nuestras explotaciones; y reducir la superpoblación de jabalíes en el territorio para minimizar el riesgo de que estos animales propaguen esta y otras enfermedades que afectan al ganado.

“El sector porcino está atravesando un momento pujante debido al esfuerzo inversor realizado en los últimos años para ganar en competitividad y al buen comportamiento de las exportaciones a China y otros mercados que son deficitarios por la incidencia de la PPA. Pero los efectos globales tanto del Covid-19 como de esta enfermedad pueden interrumpir abruptamente esta evolución favorable. Por eso, debemos estar alerta y poner todos los recursos a nuestra disposición para evitar la propagación de la PPA”, señala Aguado.

Según datos de la conselleria de Agricultura, el número de explotaciones de ganado porcino presente en la Comunitat Valenciana es de 933, con un censo total de 1.350.655 animales.

Los viticultores reclaman que no se fijen precios de la uva

Los viticultores reclaman que no se fijen precios de la uva por debajo de los costes de producción

Madrid, 15 de septiembre de 2020.- ASAJA, COAG y UPA se unen para exigir el cumplimiento de la Ley de cadena alimentaria en el sector del vino y reclaman a las bodegas que frenen el hundimiento de los precios. Mañana se reunirán con la cúpula del Ministerio de Agricultura para demandar un plan de apoyo urgente.

Las organizaciones profesionales agrarias españolas, ASAJA, COAG y UPA, se han unido para exigir acciones urgentes que eviten que la vendimia 2020 sea recordada como una de las más ruinosas de la historia. Sus reclamaciones se dirigen en dos sentidos: por un lado, hacia los bodegueros que compran las uvas; y por otro, a los Gobiernos, central y autonómicos.

A los compradores de uva, los agricultores les reclaman que cumplan la Ley de la cadena alimentaria, fundamentalmente en lo referente al precio al que pagan las uvas. Algunas bodegas están actuando “con coacciones y de forma desleal”, obligando al productor a manifestar expresamente que no vende la uva a un precio inferior a sus propios costes de producción. “Una práctica inmoral e ilegal”, afirman.

Los precios que se están pagando son hasta un 30% inferiores a los del pasado año. Para el sector no hay causas que justifiquen dicha caída: las previsiones para la vendimia 2020 hablan de una producción menor a las estimaciones iniciales, entorno a los 41-43 millones de hectolitros, en línea con la media de las últimas cinco campañas. Las existencias a final de campaña de vino y mosto son de 36,6 millones de hectolitros, inferiores en un 6,7% a las de la anterior campaña.

Mañana miércoles, las organizaciones agrarias acudirán al Ministerio de Agricultura, donde defenderán una serie de propuestas y medidas entre las que se incluyen:

·        Costes de producción: ASAJA, COAG y UPA demandan a las Administraciones que clarifiquen cómo determinar los costes de producción que el precio debe cubrir, haciendo referencia a las distintas zonas de producción, variedades, formas productivas…

·        Controles de la AICA: el sector demanda más controles por parte del Gobierno para verificar el cumplimiento de la Ley.

·        Planes de ayudas: las ayudas europeas son necesarias, pero no suficientes. Las Comunidades Autónomas y el Gobierno deben destinar fondos específicos para salvar al sector del vino de la crisis que atraviesa. Países competidores de España, como Francia o Italia, ya lo han hecho, por lo que urge evitar que se produzca una situación de competencia desleal.

·        Ayudas de mínimis: en tiempo de crisis se pueden otorgar ayudas estatales de hasta 20.000 euros por explotación en tres años, pudiéndose aumentar incluso hasta 25.000 euros).

·        Ayudas por la covid-19:La normativa europea permite destinar hasta 7.000 euros por agricultor para ayudar a los afectados por la crisis de la covid-19, utilizando fondos de desarrollo rural no gastados.

·        Retirada de producto: los agricultores piden incrementar las prestaciones vínicas al 15%, frente al 10% actual. Esto es el volumen de alcohol que deben tener los subproductos finales. En la práctica implicaría retirar más producto y que no vaya a vino.

La siega del arroz arranca con buenas perspectivas debido al descenso de importaciones por el Covid-19

AVA-ASAJA augura una cosecha similar a campañas anteriores y un mercado más equilibrado porque los países asiáticos han primado su abastecimiento interno

La siega del arroz arranca con buenas perspectivas debido al descenso de importaciones por el Covid-19

Valencia, 8 de septiembre de 2020. Las primeras labores de la siega del arroz han empezado en la marjal de Pego-Oliva, con la recogida de la variedad bomba, y en unos pocos días harán lo propio en la Albufera. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) augura buenas perspectivas comerciales debido a la estabilidad en el volumen de producción del arroz y al descenso previsto de las importaciones procedentes de países asiáticos como Vietnam, Myanmar o Camboya.

El responsable de la sectorial del arroz de AVA-ASAJA, Miguel Minguet, avanza que “por el momento, todo parece prever que el mercado valenciano del arroz estará este año más equilibrado porque varios países terceros han decidido, con motivo de la pandemia del Covid-19, asegurarse el abastecimiento de este cereal para las necesidades internas de su población y, por tanto, reducir sus exportaciones con destino a la Unión Europea”.

Minguet, quien a su vez es vicepresidente del grupo de trabajo del arroz en el COPA-COGECA, recuerda que “en los últimos tiempos la Comisión Europea, con la complicidad del Gobierno español, han abierto las fronteras a cada vez más arroz foráneo que, sin aranceles y en unas condiciones de competencia desleal desde el punto de vista fitosanitario y ambiental, inundan el mercado europeo y hunden los precios. El propio ministerio de Agricultura reconoce que las importaciones récord de arroz asiático restan competitividad a los arroceros españoles, pero al mismo tiempo sigue impulsando nuevos acuerdos como el de Vietnam y Mercosur. Pues bien, muy a su pesar, este año, a causa del Covid-19, son los propios países terceros los que prefieren quedarse su arroz para ellos”.

En ese sentido, Minguet advierte a la clase política de que “esto es un claro ejemplo de que Europa no puede permitirse el lujo de dejar morir a su agricultura y poner la alimentación a expensas de otros. Ante crisis impredecibles como esta pandemia, cada país vela por sus intereses y si nos quedamos sin arroz o cualquier otro producto agrario, los europeos se pueden encontrar con consecuencias nefastas en desabastecimiento”.

Desde el punto de vista agronómico, AVA-ASAJA estima una producción valenciana de arroz similar a la media de la última década, en torno a las 110.000 toneladas, que constata una excelente calidad y garantiza los máximos estándares de sostenibilidad ambiental. No obstante, la organización agraria lamenta que los arroceros se han visto obligados a asumir importantes sobrecostes a la hora de combatir las malas hierbas, ya que la no disponibilidad de suficientes herbicidas autorizados genera resistencias, aumentando el número de tratamientos y elevando los gastos en mano de obra. Asimismo, las lluvias primaverales han retrasado el ciclo de cultivo y han añadido dificultades en el abonado.

Minguet reivindica a las administraciones “más investigación y agilidad para poner a disposición de los arroceros un número suficiente de productos fitosanitarios y biológicos que resulten eficaces para frenar las crecientes malas hierbas y enfermedades que atacan al cultivo. Nuestro arroz, que es extraordinariamente apreciado por los consumidores y tiene una función esencial en la preservación de los parques naturales donde se cultiva, debe contar con las herramientas de control necesarias y en ese aspecto tan elemental la clase política está fallando de una manera clamorosa por anteponer la ideología a los criterios científicos”.  

AVA-ASAJA y LA UNIÓ denuncian que el Consell elude su responsabilidad contra el Covid-19

Las organizaciones agrarias reprochan a la Generalitat Valenciana que no haya aceptado una reunión para consensuar medidas de prevención y compensaciones

AVA-ASAJA y LA UNIÓ denuncian que el Consell elude su responsabilidad contra el Covid-19 y carga con sobrecostes y burocracia a los agricultores

València, 7 de septiembre de 2020. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders rechazan de manera conjunta la resolución aprobada por las consellerias de Sanidad y Agricultura dirigida a establecer medidas adicionales para la prevención y control del Covid-19 en el sector agrario porque “la Generalitat Valenciana elude su responsabilidad ante las próximas campañas de recolección y decide cargar con sobrecostes económicos y más burocracia a los agricultores”. 

Esta resolución publicada en el DOGV obliga a los titulares de explotaciones que van a realizar una contratación de trabajadores temporeros en la vendimia –ya iniciada desde la semana pasada– y en la inminente recolección de cítricos, caquis y otros productos valencianos a llevar a cabo una labor excepcional de información y de registro de datos personales. Estas instrucciones, que acarrean duras sanciones en caso de incumplimiento, se suman a otras medidas de seguridad ya contempladas contra la pandemia que en otras temporadas españolas ha supuesto un encarecimiento del 10-15% de los costes de producción.

Las dos principales organizaciones agrarias valencianas reprochan a la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, que no haya aceptado la solicitud de una reunión en las últimas semanas, con la asistencia de la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, para abordar y consensuar las medidas a adoptar a fin de evitar contagios en el campo con la llegada de temporeros procedentes de otras comunidades e incluso de otros países.

En este sentido, el secretario general de LA UNIÓ, Carles Peris, y el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, coinciden en subrayar que “el Consell ha optado por volver a actuar de espaldas al sector agrario, por quitarse las pulgas y pasar el marrón a los agricultores en un tema tan sensible como es el Covid-19. Ni ha aceptado nuestra reivindicación de hacer pruebas PCR a los temporeros que van a venir a la agricultura valenciana –como sí han hecho otros gobiernos como La Rioja y Castilla y León– ni ha establecido compensaciones por todos los esfuerzos que van a soportar los empresarios agrarios y que agravan la ya de por sí precaria rentabilidad de sus explotaciones”.

A su juicio, “la Administración solo sirve si es capaz de solucionar los problemas y en este caso lo único que ha hecho es trasladarlos a los agricultores como si saliera gratis, sin ayuda y sin reconocimiento. Hay que recordar que el sector agrario ha mantenido durante toda la pandemia un comportamiento ejemplar, que no ha habido graves casos de afección de Covid-19 en el campo valenciano y que no ha parado para abastecer a la sociedad de alimentos en cantidad y calidad. Creemos que ahora no nos merecemos este desprecio y abuso”. 

Metil Clorpirifos causa pérdidas de 24 millones en el caqui

La incidencia récord de plagas como cotonets y moscas blancas, pese al incremento de tratamientos, desperdicia 80.000 toneladas de fruta y degrada el medio ambiente

AVA-ASAJA alerta de que la prohibición del Metil Clorpirifos causa pérdidas de 24 millones en el caqui

Valencia, 1 de septiembre de 2020. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que la supresión decretada este año de la materia activa Metil Clorpirifos en el cultivo del caqui y la no disponibilidad de alternativas suficientemente eficaces eleva a niveles récord la incidencia de las plagas, fundamentalmente cotonets y moscas blancas.

Tanto es así que, según un estudio técnico elaborado por la asociación, los productores valencianos de caqui sufrirán en la presente campaña unas pérdidas superiores a 24 millones de euros solo debido a la merma de cosecha por plagas. El volumen total de frutas desperdiciadas en campo alcanzará las 80.000 toneladas, lo que supone un incremento del 30% respecto al ejercicio pasado. A esas previsiones cabe sumar la pérdida de empleo y el impacto económico derivados en los almacenes de confección, el transporte y los mercados de comercialización.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, advierte de que “la situación de emergencia sanitaria que atraviesa el caqui está poniendo contra las cuerdas la viabilidad presente y futura de un cultivo que en lo que llevamos de siglo XXI se ha erigido en un pilar de la agricultura valenciana. Todo el sector hortofrutícola español había reclamado a las administraciones que no prohibieran el Metil Clorpirifos sin dotar antes a los agricultores de otros métodos de lucha igualmente eficaces. No hicieron caso y ahora, al igual que ha ocurrido con los cítricos y otras frutas, se ven las consecuencias en el caso del caqui: un aumento de tratamientos fitosanitarios que no han evitado frenar los ataques de plagas, un aumento del desperdicio alimentario, una pérdida de competitividad y una degradación medioambiental. Por no escuchar al sector y guiarse por postulados ideológicos, la clase política europea está consiguiendo el efecto contrario de lo que pregona”.

Al respecto, Aguado pregunta: “¿Dónde están los políticos responsables que van a asumir la responsabilidad de sus decisiones y compensarán los perjuicios ocasionados a los agricultores? ¿Qué más tiene que suceder para que se den cuenta de que urge un cambio de rumbo en la política de sanidad vegetal? ¿Cuándo el Gobierno dejará de ser cómplice de la filosofía equivocada de la Unión Europea que desconoce la realidad climática y de plagas que hay en la agricultura mediterránea?”

AVA-ASAJA ha enviado un escrito a la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, para solicitarle su máxima implicación a la hora de ponderar a pie de campo y con carácter oficial la magnitud de esta problemática; aprobar dentro de sus competencias y reclamar al Gobierno central tanto indemnizaciones como medidas fiscales, como el módulo cero para la declaración de la renta de 2020; así como trabajar en aras de facilitar al sector una serie suficiente de productos fitosanitarios y biológicos que sean verdaderamente efectivos para combatir las plagas que diezman las producciones”.

La prohibición de materias activas triplica el uso de productos fitosanitarios

Ante la decisión de la Comisión Europea de reducir drásticamente el uso de materias activas, los agricultores se ven obligados a aumentar los tratamientos en el campo

AVA-ASAJA denuncia que la prohibición de materias activas triplica el uso de productos fitosanitarios

Valencia, 24 de agosto de 2020. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que la decisión de la Comisión Europea de reducir cada vez más el uso de materias activas provoca un mayor uso de tratamientos fitosanitarios en el campo, ya que al no contar con herramientas eficaces los agricultores se ven obligados a utilizar diferentes productos en busca de un remedio eficaz contra las plagas y enfermedades como son el cotonet de Sudáfrica o la mosca blanca en el caqui. En este sentido, la prohibición de materias activas eficaces triplica la aplicación de pesticidas en el campo y genera una pérdida progresiva de la competitividad en el mercado global.

El aumento del uso de tratamientos fitosanitarios implica un mayor gasto para los agricultores que no se ve compensado con el precio que reciben por sus productos, de este modo crece de forma alarmante el abandono de campos por la falta de rentabilidad, lo que conlleva a su vez un deterioro medioambiental irreversible. Asimismo, la prohibición de materias activas eficaces para la lucha contra plagas y enfermedades genera una depreciación comercial de la fruta que implica el desperdicio alimentario de miles de toneladas. Paradójicamente los productos que se importan de terceros países a la Unión Europea (UE) sí tienen permitido el uso de materias activas que han sido prohibidas por la legislación europea, pero sin embargo, llegan a los consumidores europeos y compiten con nuestros productos de un modo devastador y desleal.

“Si el objetivo de la UE era reducir el uso de fitosanitarios con sus políticas restrictivas nos encontramos con una gran incongruencia, puesto que justamente están provocando el efecto contrario al obligar a los agricultores europeos a multiplicar sus tratamientos. Las plagas siguen estando presentes en nuestro campo y se incrementan continuamente. Ante este problema creciente los agricultores no contamos con herramientas eficaces para poder combatirlas”, señala el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado. Además, el dirigente agrario critica la falta de actuación por parte de las administraciones para revertir esta situación. “Bruselas debería aplicar normas recíprocas, ya que los agricultores compiten en un mundo globalizado en el que las reglas del juego no son las mismas para todos. Con estas prohibiciones se incentiva el abandono de tierras agrarias, el desperdicio alimentario, el deterioro medioambiental, pero sobre todo se condena a los agricultores comunitarios a la ruina”, apunta Aguado.

Las importaciones de California hunden el precio de la almendra valenciana

La asociación pide a la industria agroalimentaria valenciana que prime la almendra autóctona de proximidad y excelente calidad frente a la importada de EE.UU.

AVA-ASAJA denuncia que las importaciones de California hunden el precio de la almendra valenciana

Valencia, 21 de agosto de 2020. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) lamenta que las importaciones masivas de almendra californiana estén hundiendo el precio de un producto autóctono de excelentes características organolépticas y pide a la industria agroalimentaria valenciana que prime la almendra valenciana. California constituye el principal productor de almendras del mundo y este año cuenta con una producción récord que, según USDA (United States Department of Agriculture) es un 18% superior al ejercicio anterior, lo que está provocando caídas acusadas del precio de la almendra en España que se sitúa en estos momentos entre los 3 y 3,10 euros el kilo de grano, a excepción de la ecológica que recibe cotizaciones que rondan los 7 u 8 euros por kilo de grano.

El envío masivo de almendra californiana, una práctica habitual que provoca el hundimiento de precios, se produce precisamente en una época en la que debido a la crisis sanitaria del Covid-19, países como India, que eran importantes compradores de almendra de EE.UU., han cerrado sus fronteras a las importaciones. Además, la cosecha en la Comunitat Valenciana ha sufrido mermas de producción de hasta el 50% en algunas zonas de la Serranía. Este descenso es consecuencia del exceso de lluvias que provocaron la proliferación de hongos que alteraron la floración.

Ante esta situación, AVA-ASAJA recuerda que los productores de almendra valencianos cumplen con todas las garantías de seguridad alimentaria que marca la Unión Europea  y que los costes de producción de California no son equiparables a los de la Comunitat Valenciana, puesto que cuentan con grandes extensiones de terreno muy mecanizadas que contrastan con la estructura minifundista que predomina en el territorio valenciano. A ello se suma la falta de relevo generacional, el abandono de los campos por la falta de rentabilidad y la proliferación de plagas y enfermedades como son la avispilla del almendro o la Xylella fastidiosa. Asimismo, cabe recordar que los agricultores españoles no cuentan con las mismas armas para poder combatirlas, ya que en EE.UU. se utilizan materias activas que en la UE están prohibidas.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, subraya que “las alteraciones del funcionamiento del mercado a nivel global por la crisis de Covid-19 han derivado en que EE.UU. busque el camino más fácil y envíe su exceso de almendras a Europa. A ello se suman los problemas colaterales que tiene la agricultura valenciana, pero la almendra valenciana cuenta con una mayor calidad que la estadounidense y debe tener un precio digno acorde a sus características. Por este motivo, desde nuestra organización reclamamos a la gran distribución y a todos los miembros de la cadena alimentaria que prioricen la almendra autóctona frente a la foránea”.