Archivos mensuales: diciembre 2017

Mociones de apoyo al campo por los graves daños de la sequía y el clima

Demanda a los consistorios que reclamen, tanto al Gobierno como a la Generalitat, mejoras fiscales, créditos bonificados y un plan para modernizar el regadío que palíe el déficit hídrico

 

AVA-ASAJA pide a los ayuntamientos que aprueben mociones de apoyo al campo por los graves daños de la sequía y el clima

 

Valencia, 27 de diciembre de 2017. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha dirigido un escrito a los grupos municipales de todos los ayuntamientos para demandarles que trasladen a los plenos de sus respectivos consistorios una solicitud destinada a la aprobación de mociones dirigidas, tanto al Gobierno central como a la Generalitat, en las que se reclama la puesta en marcha de una serie de medidas compensatorias con el objetivo de aliviar la difícil situación que atraviesa el sector agrario como consecuencia, entre otros factores, de la persistente sequía y de diversos episodios climáticos que se han sucedido a lo largo del año.

Concretamente, AVA-ASAJA pide a los ayuntamientos valencianos que exijan a los ministerios de Economía, Hacienda y Agricultura la aplicación del módulo cero en la declaración del IRPF correspondiente a 2017 para todos aquellos agricultores y ganaderos que se han visto afectados bien por los elevados costes que han tenido que soportar en materia de riegos adicionales como consecuencia de la falta de precipitaciones en otoño, bien por las pérdidas directas derivadas de situaciones de heladas y pedrisco registradas en determinados momentos del año y que han sido especialmente gravosas para cultivos como el caqui o los cítricos.

Asimismo, se reclama la devolución, o exención en su caso, del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) Rústico para todos aquellos términos municipales que hayan sido víctimas de esa misma coyuntura adversa, al tiempo que se solicita la puesta en marcha de créditos bonificados para los agricultores y ganaderos que se encuentren en estas circunstancias difíciles.

Por último, se insta a los consistorios valencianos a dirigirse a la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural para pedir la puesta en marcha de un plan de de obras en el regadío que contribuya a paliar el déficit hídrico estructural que padece la Comunitat Valenciana.

“Nos hemos dirigido a los grupos municipales de todos los ayuntamientos –explica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- para solicitarles que trasladen a sus plenos esas solicitudes a fin de plasmarlas en una moción. Las actividades vinculadas al sector agropecuario siguen jugando un papel fundamental en el mantenimiento de las economías de nuestros pueblos y por eso pensamos que los consistorios deben implicarse a fondo en la defensa de ese patrimonio”.

 

Daños de consideración por el viento

Además, a los daños causados por las diversas incidencias climáticas ya aludidas hay que añadir los que están provocando en la agricultura valenciana las fortísimas rachas de viento que soplan desde la pasada noche. Hasta el momento, y sin que sea posible todavía precisar el alcance de los desperfectos, se tiene constancia de que el aire ha tirado al suelo una cantidad importante de cítricos en todas las zonas productoras, principalmente de las variedades clemenvilla y hernandina, y está ocasionando problemas de «rameado», que son las heridas que producen en la piel del fruto los fuertes golpes que les propinan las ramas movidas por el viento.

El Comité Económico y Social manifiesta que hay que dejar claro que «la sostenibilidad de la actividad agraria tendrá como prioridad garantizar su rentabilidad económica»

 

El CES-CV coincide con la tesis de AVA-ASAJA sobre la necesidad de contar con un plan agrario dotado de presupuesto antes de aprobar la ley de la huerta

 

Valencia, 20 de diciembre de 2017. El dictamen elaborado por el Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana (CES-CV) sobre el proyecto de ley de la huerta, diseñado por la Generalitat, coincide en gran medida con muchas de las objeciones planteadas por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), principalmente en aquellas cuestiones que tienen que ver tanto con los aspectos financieros, como con aquellos otros vinculados a las ocupaciones agrarias.

En este sentido, resultan de todo punto llamativas y elocuentes las afirmaciones del mencionado órgano consultivo al pronunciarse sobre el artículo 16 del anteproyecto legislativo, en el que se aborda la actividad agraria. El CES-CV apunta al respecto que «los planes de desarrollo de la actividad agraria se formularán con el fin de potenciar e incentivar el funcionamiento de la huerta como un sistema productivo vivo y competitivo y para ello es necesario conocer antes de la aprobación de la ley, cuáles son dichos planes y la disponibilidad presupuestaria para llevarlos a cabo».

Las críticas que ha venido esgrimiendo AVA-ASAJA durante las últimas semanas sobre los futuros planes para la huerta que maneja la Generalitat Valenciana apuntan justamente en la misma dirección. «No se puede empezar la casa por el tejado -señala el presidente de la organización agraria, Cristóbal Aguado- y si no contamos previamente, y antes de dar nuevos pasos, con un plan agrario específico destinado a revitalizar la actividad que llevan a cabo quienes viven en la huerta lo único que estaremos haciendo son castillos en el aire. Salta a la vista, tras leer el dictamen del CES-CV, que no somos los únicos que nos hemos dado cuenta de algo tan obvio y evidente».

El análisis del Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana alude de forma reiterada a la necesidad de dotar a la futura ley de la huerta de una concreción financiera mucho mayor y lo hace de forma contundente al pasar revista a distintos artículos del anteproyecto. Así, al abordar los «objetivos de la ley» indica que «es necesario incluir también criterios de financiación para garantizar la conservación activa de los suelos», o al referirse al Plan de Acción Territorial de Ordenación y Dinamización de la Huerta de Valencia indica que «debe contener los mecanismos de financiación del mismo», mientras que en el apartado de las «observaciones de carácter general» señala que «hay instrumentos de gestión y ordenación propuestos en el anteproyecto que pueden tener una repercusión económica y, por tanto, han de regularse mecanismos de financiación para poder dar cumplimiento a determinadas actuaciones previstas en la presente ley, que suponen un ineludible gasto público».

En cuanto al trabajo agrario propiamente dicho, el órgano consultivo señala, entre otras cosas, que «la ley debe dejar claro que la sostenibilidad de la actividad agraria tendrá como prioridad garantizar su rentabilidad económica», al tiempo que cuestiona en los siguientes términos uno de los aspectos más controvertidos del proyecto: «el CES entiende que el arrendamiento forzoso y la cesión temporal de uso previsto en la presente ley debería revisarse para garantizar los principios de equidad y seguridad jurídica».

«El dictamen emitido por el Comité Económico y Social detecta lagunas considerables y carencias de grueso calibre en este proyecto de ley -destaca Cristóbal Aguado- que es preciso resolver. Los políticos que han dado luz verde a este texto deben reflexionar y, sobre todo, negociar con los afectados porque los agricultores de la huerta no estamos dispuestos a que se nos relegue al papel de meras comparsas».

Una segunda noche de heladas agrava los daños

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) subraya que el descenso de las  temperaturas se ha situado por debajo de los cero grados en muchos municipios

Una segunda noche de heladas agrava los daños en el caqui hasta los 10 millones y la  situación empieza a preocupar en el cultivo de los cítricos

 

Valencia, 5 de diciembre de 2017. La pasada madrugada se caracterizó, al igual que la anterior, por un severo descenso de las temperaturas en muchos municipios valencianos y esa segunda noche consecutiva de heladas ha terminado por agravar los daños en el cultivo del caqui, hasta el punto de que las pérdidas derivadas por la referida incidencia climática se situarán en torno a los 10 millones de euros, según las primeras estimaciones de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).

Esta organización agraria ya adelantó ayer a través de un comunicado que  la caída de los termómetros durante la madrugada del pasado lunes había acarreado daños de cierta consideración en los caquis de las zonas productoras de la comarca de La Ribera, un deterioro inicial valorado en ese primer momento en torno a 5 millones de euros y que ahora se habrían situado ya en unos 10 millones, tal como se ha apuntado. En algunas explotaciones el grado de afección es del 100% de la cosecha, mientras que en otras zonas el nivel de los desperfectos en muy variable.

No obstante, la mayor parte de la producción de caqui se encuentra protegida por el seguro, de tal manera que la inmensa mayoría de los agricultores cuyas parcelas puedan haber sufrido los efectos del descenso térmico cobrarán el seguro. Las consecuencias del frío en el caqui, y al contrario de lo que suele suceder en otros productos como los cítricos, son muy evidentes a simple vista, por lo que los frutos dañados no tendrán cabida en el circuito comercial y se soslayará así el riesgo de que puedan incidir negativamente en las cotizaciones de aquella parte de la cosecha que no haya sufrido la incidencia de las heladas y que vaya a comercializarse en fresco.

AVA-ASAJA apunta también en relación a la ola de frío que son muchos los términos municipales valencianos donde las temperaturas se han mantenido por debajo de los cero grados durante varias horas, una circunstancia que también ha comenzado a despertar cierta inquietud entre los citricultores, que temen que sus cosechas puedan haberse visto afectas por el descenso térmico en mayor o menor grado. Ahora bien, es preciso subrayar que en las comarcas donde la helada ha sido más intensa la recolección de los frutos se encuentra ya en fase muy avanzada y, por tanto, no ha sufrido las consecuencias negativas.

En cualquier caso, habrá que esperar tanto la evolución de los frutos como del comportamiento de las temperaturas durante los próximos días para determinar el alcance de los posibles daños. Asimismo, también los cultivos de hortalizas que se encuentran en fase de producción como alcachofas o lechugas están sufriendo los efectos del frío.